Aunque los terroristas de las FARC son el cartel de cocaína más grande del mundo y es así como han conseguido una gigantesca fortuna, el Gobierno Santos dice que la guerrilla solo se metió en el negocio para mantener una supuesta lucha.

Y es que el mismo presidente Santos dijo a principio de 2016 que, aunque las FARC trafican con droga, “no son narcotraficantes”.

Así las cosas, el Gobierno quiere que el narcotráfico sea un delito conexo al político.

Esta relación había sido eliminada del Acuerdo que fue refrendado por los colombianos. Sin embargo, el Gobierno tomará una sentencia de la Corte Constitucional de 2015 para lograrlo.

El Gobierno se ampara en que “la Corte sí está llamada a considerar la conexidad del delito común con aquél, toda vez que la restricción constitucional de no extraditar por delitos políticos, debe ser comprendida en armonía con el artículo 22-7 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.

Según el Acuerdo, los terroristas deberían responder a la justicia ordinaria por el delito de narcotráfico. Pero con esta jugada de Santos, este crimen también será perdonado.

21 de diciembre de 2016.