Son sorprendentes las similitudes entre la dictadura cubana y las prácticas internas de la guerrilla de las FARC que ahora pretenden generalizar en toda Colombia.
En la columna del domingo 4 de diciembre, la periodista Mary Anastasia O’Grady revela algunas de las atroces tácticas de Fidel Castro para mantenerse en el poder.
Llama la atención que una de ellas era el aborto, una de las más usadas prácticas de las FARC.
La periodista explica que “el aborto también es una herramienta clave del régimen para su “salud”. Cualquier embarazo considerado como riesgoso es terminado inmediatamente, una decisión que toma el Estado. Esto reduce la tasa de mortalidad infantil, la cual es usada por Cuba para impresionar al mundo con su “progreso”.
Sin embargo, Cuba no ha logrado nada especial respecto de la mortalidad infantil. En una entrada de blog del 1 de diciembre en el sitio web HumanProgress del Instituto Cato, Marian Tupy señaló que entre 1963 y 2015, la mortalidad infantil en Cuba cayó en 90%, mientras en Chile bajó en 94%. En Latinoamérica y el Caribe en general ha caído 86%”.
Por su parte, las FARC obligaban a abortar a las mujeres y niñas que quedaban embarazadas luego de ser violadas en la guerrilla.
Estos procedimientos los hacía Héctor Albeidis Arboleda Buitrago, un enfermero que ejercía como médico para practicar los abortos.
“Vi que me salió el bebé. Estaba bien formado, tenía sus manitas, sentí que le palpitaba su corazón como un minuto”, narraba una de sus víctimas. Reclutada siendo niña, fue violada por un comandante. “Nunca había tenido relaciones con un hombre, era virgen, y a los ocho meses de estar allí un comandante me dijo que si lo dejaba tener relaciones me dejaba ir para la casa. Pensé que era verdad y me violó a la mala, en una guardia y al mes me di cuenta de que estaba preñada”.
6 de diciembre de 2016.