Santos y Maduro tienen intereses comunes, unidos para destruir la democracia: Álvaro Hernán Prada

La crisis en Venezuela cada día es peor. Los venezolanos avanzaron en el mecanismo democrático que les permitiría salir del sistema impuesto por Chávez, que empobreció el país, limitó las libertades, encarceló la oposición, acabó su aparato productivo y quebró su economía. Maduro saboteó el proceso del referendo revocatorio y radicalizó la oposición ejercida por la mayoría de la población. Su salida era imparable, pero como todo dictador se opuso a la medida democrática.

Columna del senador del Centro Democrático Álvaro Hernán Prada publicada el 31 de octubre el el Diario del Huila.

Colectivos armados por el chavismo rodean la Asamblea Nacional, para impedir el proceso que se abrió contra Maduro, mientras la PNB ataca a jóvenes que protestan, de la misma forma como recordamos las 43 personas asesinadas en las manifestaciones del 2014, la mayoría estudiantes.

Nos duele lo que pasa en el hermano país, pero más dolor causa que el Gobierno colombiano no hace ni dice nada. La canciller solo ha servido para justificar sus actos violentos contra colombianos y venezolanos. Hemos tenido una diplomacia arrodillada a las farc y sus amigos. Perdimos parte del archipiélago de San Andrés y Providencia gracias a su actitud sumisa para no molestar a las FARC con su amigo Ortega, permitimos el maltrato a nuestros connacionales en la frontera, nada se ha dicho sobre el abuso y violaciones a los derechos humanos, ni sobre la detención de líderes políticos como Leopoldo López o el Alcalde Antonio Ledezma.  Debemos exigir a la OEA, que apliquen la carta democrática a Venezuela.

La pregunta es ¿porque no lo hacemos?  ¿Por qué Santos ahora con Nobel no aboga por la paz de Venezuela? ¿Cuál es su compromiso con Maduro y por qué su pleitesía? Sin duda la negociación con las FARC han marcado una pauta en las relaciones bilaterales, pero la nueva amistad puede ir más allá. Se necesitan mutuamente para llevar a cabo acciones similares y defenderse internacionalmente. Son los mandatarios más impopulares de Latinoamérica, con crisis sociales, políticas y económicas. Mientras Santos permite el crecimiento del narcotráfico, Maduro lo aprovecha con sus sobrinos, socios de farc y el cartel de los Soles controlado por Cabello.

Comparten características particulares como el desprecio a la ciudadanía y la soberbia, la ilegitimidad, el robo de elecciones, la tiranía, el complejo de emperadores, la capacidad de manipular y la mentira permanente. Ambos amenazan con guerra,  reparten mercados, tabletas y casas a cambio de complicidad y votos. Ofrecen dialogo mientras su estrategia es engañar al pueblo. A los dos los queremos ver fuera del poder. Podemos decir que ambos, fueron destituidos por el pueblo; en Venezuela, con las marchas multitudinarias y en Colombia, con la votación contundente del 2 de octubre y a juntos les llegara el momento del juicio político.

Hay que sacar a Venezuela del nuevo proceso de negociación con las farc. Hay que corregir errores de fondo y de forma. Tener un dictador violento garantizando el proceso de negociación para llegar a un acuerdo nacional en busca de la paz, es tan contradictorio como tener a un violador de niños como Garavito supervisando las políticas del Bienestar familiar. La función del garante es tranquilizar la Nación y claramente, ese personaje produce lo contrario.

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