Los Centros de Atención Móvil a Drogodependientes (CAMAD) no han sido eficientes en aspectos como cobertura, rehabilitación y disminución del consumo de sustancias psicoactivas.
Estos centros han atendido 22 mil personas en 17 CAMAD que funcionan en 18 de las 20 localidades de Bogotá. Sin embargo, el consumo de drogas no es solo de habitantes de la calle. Se ha descuidado el consumo dentro de los colegios y universidades.
Estos sitios se centraron solo en suministrar cantidades controladas de droga a los pacientes, satisfaciendo su necesidad pero sin resultados en rehabilitación. No hay un tratamiento a largo plazo para su recuperación.
La mayoría de los pacientes fueron remitidos a los hospitales públicos con el fin de recibir un tratamiento especializado pero no fueron atendidos porque no estaban afiliados a un sistema de seguridad social.