Doloroso terminar el año en medio de las mentiras de un gobierno que solo quería un Nobel

Tenemos que registrar dolorosas noticias de nuestro país, que contrario a lo que proclamó el presidente Santos en Europa cuando recibía el Nobel, sigue siendo víctima del accionar terrorista de las guerrillas.

Columna de D´Mar Córdoba Salamanca, codirector La Barca de William Calderón.

23 de diciembre de 2016.

Dijo el presidente Santos en Oslo: “la guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado”.

Presidente Santos, que vergüenza decirle a unos desprevenidos, que la guerra terminó, cuando la verdad es que aquí no hay una guerra, lo que hay es un ataque terrorista sistemático de las guerrillas contra 49 millones de colombianos que deseamos justicia y penas efectivas para los violadores de niños, secuestradores y asesinos de  colombianos de bien.

Como el mal ejemplo cunde, recuerdo que las FARC en estos 6 años de proceso, se dedicaron a delinquir para que el alto gobierno pudiera decir que era necesaria la paz, para evitar muertes y secuestros, en otras palabras una gran extorsión.

Es por esto, que el ELN sigue al pie de la letra el ejemplo. En Arauca, el ELN asesinó a dos soldados el 19 de diciembre, el miércoles, en Norte de Santander, asesinó a un soldado.

Ayer en  Los Ángeles, en el departamento del Cesar, atacaron con cilindros bomba y tatucos, la estación de policía, dejando heridos a dos patrulleros.

Para terminar, quemaron un bus de transporte público en la vía que de Medellín conduce a Quibdó en el Chocó.

Doloroso terminar el año en medio de las mentiras de un gobierno que solo quería un Nobel, que lo último que quiere es la paz, pues con impunidad no puede haber paz.

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