La Defensoría del Pueblo denuncia la creciente situación de inseguridad que se vive en el nororiente de Colombia, especialmente en los departamentos de Norte de Santander y Arauca.

Los constantes ataques a la fuerza pública por parte de grupos armados ponen en riesgo la seguridad de la comunidad.

Los militares no tienen como prevenir este tipo de ataques.

No tienen la capacidad operativa que tenían en agosto de 2010 al terminar el gobierno del presidente Uribe cuando cumplían con su obligación de darle seguridad a los colombianos.

En días pasados un grupo de militares fue emboscado en Norte de Santander. Criminales activaron varias cargas explosivas cuando motos del ejército pasaban por el municipio La Playa de Belén. En el atentado murieron dos uniformados y un civil.

Lo mismo pasó con la fuerza pública en Fortul en el departamento de Arauca.

Un adulto y dos niños fueron heridos en un hostigamiento guerrillero contra la base militar del municipio de Fortul.

La defensoría pide a las fuerzas de seguridad del gobierno que den seguridad a todas las regiones del país debido a las elecciones de octubre.