China se había mantenido alejada de la lucha contra el estado Islámico después de los actos terroristas en París. Esta posición cambió con la noticia de la primera víctima china de ISIS.
Fan Jinghui fue secuestrado en septiembre de 2015. El Estado Islámico lo asesinó el miércoles 18 de noviembre junto al ciudadano noruego Ole Johan Grimsgaard.
China prometió castigar al grupo terrorista por el asesinato de Fan Jinghui. Para ello se unió a Francia y a Rusia para atacar el Estado Islámico.
El ministerio de relaciones exteriores chino dijo que es urgente “intensificar la cooperación y la solidaridad entre los países en la lucha contra el terrorismo”.