Enrique Peñalosa, durante su alcaldía en Bogotá (enero de 1998 – diciembre 2000), llenó la ciudad de bolardos dizque para evitar que los carros invadieran el espacio público como los andenes.
Instaló más de 16 mil bolardos con dudosos contratos que tuvieron sobrecostos de millones de pesos.
Estos bolardos no sirvieron para nada.
Por el contrario, para poder construir las obras de desarrollo en Bogotá, como las ciclo rutas y ampliación de las vías, la alcaldía debió pagar aún más dinero para retirarlos.
Por ejemplo, en 2012 se tuvieron que retirar 1.200 bolardos de la carrera séptima entre calles 57 y 100 para adecuar las ciclo rutas. Esto costó $ 3.500 millones de pesos.
Es decir, retirar los bolardos de Peñalosa le puede llegar a costar a la ciudad 466 mil millones de pesos.