Desde que estalló el escándalo del hacker, el Centro Democrático hizo todos los esfuerzos por aclarar la verdad, pero la aplanadora del gobierno, su chequera y chantajes a los medios de comunicación, y la Fiscalía, hicieron que la realidad fuera distorsionada. La versión que presentaron a la opinión fue “Zuluaga aprovechó información reservada obtenida por Hackers, de acuerdo a este testigo, la historia real habría sido al revés: La campaña del Uribismo habría sido envenenada por agentes estatales”.  Mientras tanto,  Zuluaga y su familia se vieron envueltos en una campaña de desprestigio  y persecución, en cabeza del entonces Fiscal, Eduardo Montealegre y su vicefiscal Perdomo. Los mismos que hoy reclaman al presidente una traición. El despliegue se dio a través del sistema radial acusatorio que montaron como estrategia para distraer y confundir a los colombianos.

Al mejor estilo de las dictaduras o de House of Cards, la exitosa serie de Netflix, la DNI dirigida por el exalmirante Echandía, en coordinación con la Fiscalía le pagó una millonada (con recursos de los colombianos) a Revert para infiltrarlo en la campaña de Zuluaga, utilizando a Sepúlveda, quien recibiría una información comprometedora y la mostraría a los directivos de la campaña en una reunión donde hablarían de redes sociales. La Fiscalía había aconsejado todo el procedimiento para poder incriminar al entonces candidato presidencial. Cuando le mostraran la información a Zuluaga, él empezaría a hacer preguntas como es natural y sería ahí cuando Revert grabara. Así ocurrió. Y completaron la misión alterando su contenido.

Montealegre y Perdomo deben responder por lo que sucedió y contar cuál fue el acuerdo con Santos para hacer un montaje tan minucioso, que lo llevó al poder a través de un crimen. Ojalá lo hagan rápido, recuerden que la perversidad de quien está detrás de todo no tiene límite. El Fiscal Néstor Humberto Martínez debe reunir todos sus esfuerzos para hacer justicia y recuperar la confianza de los colombianos en la institución, hoy desprestigiada por la anterior administración. Y la responsabilidad histórica de los medios en buscar la verdad es incontrovertible. Esperamos así procedan.

Por lo pronto, esperemos que tomen la información necesaria de la DNI, llamen a declarar a Echandía, el mismo que dirigió el montaje contra el almirante Arango Bacci, al igual que a Revert, y a quienes le entregaron información,  alias “Charlie” y alias “Bambino”, y establezcan la responsabilidad de Santos, quien recibía informes directamente del exalmirante, que como dice el artículo del portal: “una operación de esta envergadura solo se habría ejecutado con la aprobación de la casa de Nariño”. Con razón Santos defiende la impunidad de las FARC, tal vez piense que podría ser beneficiario.